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Mostrando entradas de enero, 2021

Y de repente, todo cambia.

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Vuelvo a verte y de repente todo cambia; desestabilizas cada punto y final que marqué en nuestra historia, acabas con la seguridad de no querer saber nada más de ti, derrotas a mis barreras y das la bienvenida al deseo de tenerte de nuevo cerca; y eso que ahora no puedo ver la curva más peligrosa que se genera entre tus hoyuelos, pues tu rostro va cubierto por una mascarilla. Tu pelo color carbón asoma tímidamente entre el gorro de lana, que seguramente tu abuela, la de manos arrugadas y cansadas, por el esfuerzo de sacar adelante a una familia entera, ha tejido queriéndote resguardar del frío, el mismo que llegó a mi vida cuando no conseguimos entrelazar nuestros caminos y dejarnos llevar, sin estridencias, a salir de la rutina. Cada uno de tus rizos golpean suavemente tu frente, acompasados a la velocidad de un viento que abrasa pese a estar a menos cero grados. La nieve se desliza por tu cuello y dentro de mí nace la envidia de no ser yo quien te acaricie. Me muero de ganas de

El futuro a la vida.

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Junto al río, por primera vez, se cruzaron sus miradas. En el silencio de la noche, el brillo de las estrellas sobre el agua en calma y cristalina, le permitieron ver la profundidad de sus ojos color café, que gritaban serenos, como quién está a punto de tirar la toalla, la necesidad de salir de las ataduras de quiénes no entienden que la vida es libre y el ser humano más. Fue ahí, en ese preciso momento, cuando ambos, Samira y Yassir, supieron que su vida ya no tendría sentido sino conseguían seguir mirándose cada noche a los ojos.  Decidieron repetir aquél acontecimiento, día tras día, esquivando las miradas de quiénes juzgaban a dos jóvenes que comenzaban, sin compromiso aparente, a verse cada vez más. Se dejaron llevar, asumiendo que en sus planes esto nunca antes habría cabido, superando cualquier limitación humana fruto de una cultura obsoleta, entendiendo que la pasión es el fruto necesario que precede al vivir con mayúsculas. Nunca antes nadie les había  permitido sentirse así,