Perfectos.
Perfectos, seamos perfectos. Para que así, todo reluzca, y el sol brille con más fuerza. Las nubes se disipen del cielo, con un filtro que todo lo esconde. Las margaritas crezcan a raudales, para que a todos, al deshojarlas una a una nos salga Sí; y si sale No, arranca otra, total hay millones. ¿Has llorado? Niégalo, recuerda los hombres nunca lloran, ¿y las mujeres? ponte gafas de sol, grandes; y si te preguntan, di que no has tenido tiempo para maquillarte. No hables de lo de dentro, tus preocupaciones te hacen imperfecto, no muestres que te duele, quédate en la superficie, elige otra nueva máscara y prepárate para el desfile de fachadas. Y si te encuentras con alguien, que no lleve gafas de sol, que no haya elegido máscara, que haya derrumbado la fachada y enseñe los cimientos, si lo encuentras, ¡huye! Porque Alguien, capaz de mirar con otra mirada, lo ha convertido en perfecto, lo ha enseñado a amarse. Porque es